lunes, 12 de enero de 2009

Crónicas Bolivianas II

Viernes 18

A pesar del perrito guardián de la galería, que duerme de día y ladra de noche, dormimos bien. Bolivia está una hora adelantada respecto a Argentina; Yacuiba recién se está despertando cuando nuestro reloj marca las 8:30. Unas tazotas de café con leche, bizcochos con manteca y dulce, y ya estamos. Siempre que tengamos (pesos) bolivianos, pagamos con esta moneda y dejamos propina argentina. Sabemos que vale más y nos atienden en forma impecable: se lo merecen.
Caminamos unas cuadras más. No tengo señal CTI y Movistar se renombra "Nuevatel"; por eso acudimos a un locutorio. Pasamos frente a las oficinas de "Entel"; tal es el nombre de la empresa telefónica del estado que nos recuerda viejos tiempos argentinos, y también la buena noticia que vimos anoche en la tele: Evo consiguió bajar el costo de las llamadas, 1,50 Bvs en horario normal y 0,70 Bvs en horario reducido. ¡Una más de Evo!
Pronto se viene el Referéndum para votar por la autonomía de la provincia de Yacuiba. Hay carteles por todas partes que llaman a votar por el Sí. Bolivia está polarizada; aún no hemos charlado con la gente al respecto.
Tomamos un compartido hacia la ribera. La vista del paisaje es hermosa. La vista humana, muy triste. Mucha pobreza, extrema, indigente. Me da vergüenza mi idiosincrasia, mi dinero, mi disfrute de la vida. Sentimos impotencia más allá de esta "culpa", ganas de que estén mejor, sabiendo que nada podemos hacer... Como dice Felix, más que dejar buenas propinas ... no podemos sacarlos de su pobreza, mejorar su calidad de vida. Por eso confiamos en Evo y nos gusta tanto. Esperamos que pueda revertirlo. ¡¡Pero hace falta tanto!! SIGLOS de sufrimiento, opresión. Me avergüenzo de mi piel blanca, para ellos símbolo de toda esta mierda que es su vida.

Cruzamos la frontera para sacar plata en Argentina, previa declaración en aduana de los objetos con los que ingresamos al país. Volvemos; hora de almorzar. Estoy ansiosa; por fin voy a probar el prometido Picante de Gallina. La limonada está buenísima, una jarra grande y fresca, con limón a cantidad. Pero la comida tarda (demasiado). Diez, veinte, cuarenta, ¡cincuenta! minutos. POR FIN. El plato es muy abundante: consiste en gallina o pollo con salsa picante a base de Locoto, acompañado de arroz al estilo del país y chuño (una especie de papín dulce) hervido.
La vista es excelente.

El fuego invade mi boca. Un trago de limonada. Un pedazo de pan. Nada. ¡Tengo aliento de dragón! Es muy rico ... pero cada vez puedo menos con él. Cada bocado es una nueva brasa. Más pan, más limón. Se me durmió la boca; ya es molesto. Sin embargo, ¡soy valiente(tengo hambre)! y logro comer bastante más de la mitad. Para apagar el incendio, dos buenos pedazotes de flan con dulce de leche... la experiencia gastronómica empieza a ser un recuerdo ...

A la tarde, después de una buena siesta, compramos. Y compramos. Todo es increíblemente barato, ¿ya lo dije? Entre compra y compra charlamos con dos puesteros sobre Evo. Uno nos dice que (Evo) está haciendo justicia para los pobres y eso a los ricos no les gusta: por eso no lo quieren. El otro nos cuenta que ahora todo es transparente, "a los bolivianos se nos cayó la venda de los ojos"; antes se tomaban decisiones y manejos a espaldas de la gente. Me impresiona la tremenda dignidad en estas palabras. Evo les muestra todo y ellos saben lo que está haciendo. Felix me cuenta que es la primera vez que en Bolivia escucha a la gente en la calle hablar de política. Y así es: además de los carteles, se escuchan diálogos, vemos personas atentos a las noticias. Bolivia se está despertando ... en parte.

Por otra parte, los bolivianos miran todo el tiempo a la cultura occidental, por qué no yanqui, con ojos ansiosos (igual que nosotros, bah). La ropa en los puestos, los aparatos electrónicos, las zapatillas truchas símil Nike y Adidas. Las muñecas y los bebotes son todos rubios, de ojos claros y piel blanca. Hay urgencia de pertenecer, de "entrar" al "mundo" que alguien (unos cuantos) LES (NOS) han vendido. Consumiendo esta cultura las distancias parecen reducirse. Nos costó un montón encontrar un puesto de hilados y tejidos regionales.

.... continuará ...

2 comentarios:

Vero dijo...

Ah carajo... me lo vendieron a mi también... nos estafaron también, nos robaron también...

Describís mucha desigualdad y te admiro, teniendo todo el mundo para conocer, elegiste una parte olvidada de latinoamérica (parece que te lo vendieron... pero vos no lo compraste).

Desmadeja dijo...

Bueno Vero! gracias por las flores :)

Te cuento que el viaje que hicimos fue a Salta, nos escapamos tres días a Bolivia. Mi novio tiene su abuela y tíos allí. Más allá de las visitas familiares, me movía mucho conocer cómo es, cómo viven, qué pasa con Evo.
No todo lo que viví fue lindo pero sí fue muy enriquecedor, aprendí mucho, abrí los ojos...

... y la idea es no comprar ... A LO SUMO negociar ... ;)

¡Besos! muy bueno tu blog

Gabi.