miércoles, 11 de abril de 2012

Faros

"Hay hombres que luchan un día y son buenos. 
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles."


                                                                       Bertolt Bretch


Esta frase me encantó desde que me la encontré, hace ya algún tiempo. Y en estos días reflota porque he tomado una decisión de esas que bifurcan senderos. 


Entonces enseguida pensé en dos personas que son así, imprescindibles. Que siguen remando cuando parece que el bote se estanca en el dulce de leche. Que han elegido no precisamente el camino más fácil, pero sí aquel con corazón. 


Mi amiga N. y M., la pediatra de Matilda. Merecen ambas el más profundo de mi respeto y mi mayor admiración.


Personas así me orientan cuando la niebla confunde.