sábado, 27 de junio de 2009

A vos, colectivero

Porque viajo como el orto,
por cada vez que me cagaste con cinco centavos,
por cada viejita que viaja parada porque el pendejo de turno no le cede el asiento,
por tu empresa monopólica, entongada y forra,
por cada saludo hacia adelante forzado cuando frenás en seco
por cada persona ante la que no parás, nomás porque no se te canta
por el sacudón nuestro de cada día
por esperar media hora el puto colectivo y leer en los diarios que aumentaron la frecuencia,
por no ver las unidades nuevas


por todo esto, y aunque no tengas la culpa

es que no te voy a dar monedas

y menos que menos usar la pelotudez atómica de boleto electrónico.

sábado, 20 de junio de 2009

Alfa y Omega

Hay una botica antigua, con muebles altos llenos de cajones, estanterías de vidrio, pócimas y especímenes botánicos.

Frascos y frasquitos, botellones, ampollas y pipetas.

Escondida en los azares de senderos entrecortados, está pero no está: hay que mirar.

En la botica, dicen, se vende maldad.

Concentrada en frasco chico, pura o diluida: al diez por ciento, al veinte, al cinco.
De color amarillo, verde, rosada y también negra.
Dicen que ahí se consigue de la buena.
El primer frasco te lo regalan.


El Botiquero tiene también los antídotos. En la variedad está el gusto.
Puede ser la dosis justa de bondad e interés por el prójimo.
O gotas de "me río de todo", un humor absurdo.
O infusión "dejame vivir", impermeabilizante.


Los senderos se entrecortan. Los brebajes se suceden.

miércoles, 17 de junio de 2009

Uno la quiere remontar...

... y se va Fernando Peña.

sábado, 13 de junio de 2009

Remontando...

... estoy como un TREN.


lunes, 8 de junio de 2009

Un día de mierda




Una alumna está embarazada.

miércoles, 3 de junio de 2009

Surrealismo

Posible únicamente en escuela pública... (sí, porque la quiero la aporreo):

Taller de Matemática semanal donde vemos temas con dificultades, libre y gratuito, extracurricular.

Preceptora I - se van a tener que ir a los módulos porque en las aulas disponibles no hay calefacción (se van para atrráaasss)


Ya instalados en el dichoso módulo, de repente empieza a retumbar el pizarrón, las paredes, se quiebran las tizas, saltan los lápices en los bancos. Parece una banda de motoqueros haciendo piruetas sobre techo de chapa.


Preceptora II - ah, si, pasa que en el módulo de al lado dan un taller de folklore.