¿Cómo formamos nuestra personalidad? ¿Está todo predeterminado por los malditos genes? ¿Será el entorno, con madres esto, padres aquello, hermanos o no, crueles compañeritos de jardín?
La discusión tiene bastante de huevo o gallina. Más allá de meterse en los intríngulis de la biología, la psicología... y la religión?, a veces asombran algunas historias urbanas, no para ponerse científico.. sí para la sonrisa.
El caso viene a cuento de la historia de L, afanada desprejuiciosamente por quien suscribe (ya se vienen los reclamos de propiedad).
Este muchachito es muy determinado y defiende a troche y moche su libertad de pensamiento y de albedrío.
Su personalidad, hoy.
Cuentan los hechos que el susodicho estaba aún en posición vertical cuando la dilatación de mamá era 9. Horas aguardáronlo para su correcta ubicación cabeza abajo, y nada. Inducciones, paciencia, en un contexto de trabajo de parto y clínica de los años noventa, es decir: sin problemáticas de camas ni moda-cesárea.
Pues ná.
- Muy bien, no queda otra que la intervención - dijo el doc.
Cuando estaban ingresando a quirófano, esgrimiendo instrumental, segundos antes de la anestesia, L. rotó.
2 comentarios:
nunca mejor dicho
cuando EL quiera...
jejeje
jaja! y si!!
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