Me enamoré del único chico que vive en la luna
(éste es un secreto que en realidad no es)
Una de esas noches, calma y cómplice, que me gusta caminar, pasé por ahí.
Y yiré un poquito más en torno a ella.
Muchas otras veces lo había hecho, pero ninguna vez antes lo había visto
(la luna es grandota).
Y allí estaba, sentadito. Calmo y cómplice.
Único habitante.
Y por un instante que fue efímero al fin, pero que supo parecerme eterno,
tuve ganas de orbitar para siempre.
El chico en la luna me espera.
No me va a tejer una escala de rayos plateados,
ni a enviar un Mercurio de alas en los pies.
Ni va a dejar su luna en el agua clara, porque el pertenece allí.
Y yo soy del viento.
De todas y de ninguna parte.
(Pero el único chico en la luna).
6 comentarios:
Hermoso, y ese no es cualquier adjetivo.
Saludos
PD: borré el comentario anterior por un error de tipeo.
Levité un poco.
Gracias chicos!! besos
bello texto!
re ecribiendo por la vida??
jajaj, es viejito el texto, pero sì, ponele que cada tanto le saco punta al vicio jeje.
Besotes hermanita ^_^
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