he(mos) vuelto.
Con ustedes, Matilda y yo.

Oh, sí.
Ya nada será igual.
Por lo pronto me entreno en escribir con una sola mano y en lograr marcas de sueño aceptables.
Este segundo round me encuentra expuesta y vulnerable en facetas hasta ahora desconocidas, muy intensas, muy lindas de transitar a la vez.
No digas que no te he advertido, oh noble seguidor. Nos aguardan crónicas del universo teta-pañales, catarsis diádicas, conflictos existenciales, perlas de crianza.
La desmadeja está desmadejada.
3 comentarios:
Divinuras!
Es un pequeño milagro...
Gracias chicas! las esperamos por acá.
un beso!
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