martes, 12 de octubre de 2010

Excursión Umbilical

Estoy de vuelta en mi primer hogar, bajo el ala de los papis por unos días.
Es la primera vez después de estrenar vuelo propio.

Me gustan un montón estas mini-vacaciones de la "vida adulta". Volví a dormir en la que fue mi pieza, reencontré el sabor de quedarme con mi hermano hasta cualquier hora, estoy ebria de mimos, caprichos y concesiones.

Pastelitos, mates y no.hacer.nada más que estar con todos ellos. Lola, la perra-huracán. Mamá que me llama con el café con leche calentito antes de ir al laburo. Papá y su tranquila compañía, silencio compartido, baluarte más sólido que las rocas.

Tan en casa. Y a la vez visitante, un poquito extraña ... extrañando un poquito mis cosas, mis horarios, mi amor. Mi gata y mi desorden.

Amo este tiempo afuera, esta pausa. Y me gusta reconocerla como eso: un remanso, una escala en el mundo de mi infancia. Me gusta extrañar mi adultez. Me siento integrada, plena.


Me verás volver.

3 comentarios:

Anita dijo...

Aaahh que lindo volver al nido!, no hay nada como ello, si eso no carga las pilas entonces no se que lo hace!.

Otra cosa: viste que cada casa tiene un olorcito especial, único? como una huella digital de ese hogar...

Abrazo!

El Vasco dijo...

Está bueno. Es extraño, pero está bueno.

Desmadeja dijo...

Anita, muy cierto lo de los aromas como huellas.

Vasco, es una mezcla de cosas.

Gracias chicos y saludos!