Hay una botica antigua, con muebles altos llenos de cajones, estanterías de vidrio, pócimas y especímenes botánicos.
Frascos y frasquitos, botellones, ampollas y pipetas.
Escondida en los azares de senderos entrecortados, está pero no está: hay que mirar.
En la botica, dicen, se vende maldad.
Concentrada en frasco chico, pura o diluida: al diez por ciento, al veinte, al cinco.
De color amarillo, verde, rosada y también negra.
Dicen que ahí se consigue de la buena.
El primer frasco te lo regalan.
El Botiquero tiene también los antídotos. En la variedad está el gusto.
Puede ser la dosis justa de bondad e interés por el prójimo.
O gotas de "me río de todo", un humor absurdo.
O infusión "dejame vivir", impermeabilizante.
Los senderos se entrecortan. Los brebajes se suceden.
5 comentarios:
Me encantó lo de "se vende maldad".Muy buen relato
Un beso
Me río de todos viene en gotas!
Alucinante. Acá se consiguen en otro packaging. Bello relato para domingo post findesemana
saludos
Tintes borgeanos tiñen los hilos....
Yo vendo me rio de todo al por mayor, para mezclar con el gancia
El segundo te lo venden... la maldad ya no existe gratis, y menos pagar por los antídotos!
amandastein:
se agradece :)
oioioi:
¿otro packaging mayor? jaja saludos!
papa:
es cierto, es cierto... "pues no lo había notado, pero ahora que lo mencionas..." XD
en cq momento paso a renovar stok,
beso!
Vero:
viste cómo está todo... y no hay moneda para el vuelto...
saludos ;)
Publicar un comentario